viernes, 18 de febrero de 2011

AHORRANDO QUE ES GERUNDIO

Como todos habréis podido comprobar en las nominas, si excluimos a unos cuantos privilegiados pertenecientes al sindicato de cabecera, nos han sustraído de nuestras retribuciones un buen pellizco cada mes, según sus amos para contener el gasto público. Si nos hemos gastado la astronómica cifra de 600.000 € o si lo preferís 100.000.000 millones de pesetas en nuevas tecnologías con cargo al plan E, será para agilizar trámites, suprimiendo el costoso y antiecológico consumo de papel.

Pero en la difusión de su Acuerdo Convenio, el alcalde Progresista de Collado Villalba, lejos de hacer esto, dobla el número de ejemplares necesarios (1000 ejemplares para 562 empleados) o innecesarios, según se mire, ya que previamente se había enviado en formato PDF a la totalidad de trabajadores a través de la Intranet local, ¿lo qué?, Intranet señor alcalde, Intranet.

Si analizamos la cuantía abonada por este nuevo dispendio, nos encontramos algo similar al túnel, es decir, contratamos algo de dudosa utilidad, abonando el doble de su valor, ya que los 1000 ejemplares han costado nada más y nada menos que 10.777,24 €, como podréis comprobar vosotros mismos pinchando aquí. Lo que nos ha obligado a emitir una nota de prensa.

Luego nos dirán que tenían una portada de cartulina plastificada en polipropileno, ¿lo qué? polipropileno señor alcalde, polipropileno; o, que los ejemplares han sido encuadernados en rústica con cosidos elaborados en hilo vegetal.

Comparando cada uno de estos ejemplares con los calendarios que se repartieron en Navidad, gasto tampoco demasiado necesario a nuestro juicio, con siete hojas del doble de tamaño impresas a todo color en papel estucado y también encuadernados en wire-o dos pieza y troquelado con colgador, llegamos a la conclusión que debieron salirnos al menos al precio unitario de los Convenios es decir a 10,77 euros. O sea, nos tendríamos que haber gastado en calendarios nada más y nada menos que 86.160 €, sin embargo hemos pagado 8.545€.

Señora concejala, ¿Dónde está el cero que falta?.

Para acompañar a este post, hemos recuperado imágenes de la infancia de nuestro presidente del Comité de Empresa, en concreto cuando aprendió las cuentas, pero de eso debe hacer mucho tiempo ya que nos siguen sin salir.