El 20 de noviembre de 2011 están convocadas elecciones generales políticas para decidir la composición del Parlamento y gobierno españoles en los próximos cuatro años. Una vez más, la clase política nos pide que seamos cómplices con su servidumbre a los intereses del capitalismo y, con ello, acatemos el injusto régimen social y político vigente.
Estas reformas, que no hubieran sido posibles sin la complicidad del sindicalismo institucionalizado, nos han traído a la realidad actual : más de cinco millones de personas en paro ; casi dos millones de familias con todos sus miembros sin trabajo y condenadas a la miseria y exclusión social ; cientos de miles de personas han perdido ya sus viviendas ; 13 millones de trabajadores y trabajadoras tienen ingresos anuales inferiores a los 12.000 euros ; congelación de las pensiones ; puesta en manos privadas y expolio del patrimonio de todos y todas ; recorte de los servicios públicos esenciales como sanidad y educación, y agresión salvaje a la naturaleza y medio ambiente y a la salud de las personas.
Ante esta situación, la CGT no colaborará ni será partícipe de la farsa programada para el 20 de noviembre. Propugna la abstención activa frente a las elecciones políticas y la movilización social frente a las injusticias.
Ya la CGT en su último Congreso celebrado en Málaga decía en sus acuerdos que las raíces de esta injusta situación son “…el autoritarismo (en la actualidad básicamente representado por la organización estatal) y la usurpación privada de la riqueza socialmente producida (actualmente representada por el capitalismo). Ambos factores –la organización estatal y el capitalismo- aparecen cada vez como la misma cosa. Gobiernos y capital son ya lo mismo. Los gobiernos gestionan localmente los intereses del capital en sus ámbitos respectivos y el capitalismo se vale de la estructura de los estados para perpetuarse, es decir, para sobrevivirse como injusticia y desastre globales. Sin la supresión de esas dos poderosas fuerzas, ambas antagónicas de la humanidad, no es posible otro mundo que el de la injusticia totalizadora y la explotación global.”
En consonancia con lo anterior y en el absoluto convencimiento de que la clase política, en cumplimiento de su función servil, no tiene intención ni la más mínima posibilidad de hacer algo que valga la pena a favor de la justicia y la igualdad social, de hacer algo que no sea lo que le está mandado hacer, la CGT defiende que es la movilización social y, en particular, la de la clase trabajadora el único agente capaz de transformar esta sociedad en algo mereciente de ser vivido con dignidad.
También acordaba el Congreso de la CGT en Málaga que “El Derecho y las leyes del Estado no son una herramienta efectiva de libertad y emancipación social, que las y los trabajadores y la sociedad puedan usar a conveniencia. Al contrario, son herramientas en manos del poder para imponer su ley.”. Por lo que, enfrentados hoy a la necesidad de hacer algo para cambiar la situación, hay muchas cosas mejores y más productivas que hacer que ir a votar : sostener la lucha a favor de una sociedad en la que no quepan “la explotación del hombre por el hombre”, la devastación de la naturaleza o la injusticia social.
Por todo ello, la CGT hace un llamamiento a su afiliación y simpatizantes, a la clase trabajadora y a la ciudadanía en general para que manifiesten su desafección y rechazo al sistema imperante y a la insostenible situación actual mediante la abstención consciente y activa en las elecciones generales del 20 de noviembre.
Comité Confederal de la CGT